El plátano es un alimento muy energético, por eso no se recomienda consumirlo antes de dormir. Los niños y los deportistas deben primar su consumo. Esta fruta es rica en vitaminas (A, B1, B12 y C), en glúcidos y en agua. También es una fuente de potasio, calcio, magnesio, fósforo e hidratos de carbono. También posee yodo, lo que la convierte en una aliada de la tiroides. Es un poco diurética y suavemente laxante. Por el contrario, cuando la fruta está verde y se consume cruda resulta muy indigesta, porque tiene gran cantidad de almidón que pasa sin digerir al intestino grueso, donde se fermenta y produce gases. Por eso el verde se lo debe consumir frito o cocinado. Aunque se dice que las variedades de plátano  engordan, este producto no se puede aceptar como alimento solitario si no se incluye en una dieta global. Debido a la propiedad  saciante del plátano, no se debe pensar que engorda. De hecho, comer dos plátanos sería equivalente a comer un poco más de una manzana,  por lo que el plátano sí ayuda efectivamente a mantener un cuerpo delgado.